La protección de la información de nuestra empresa en este momento es trascendental para su futura continuidad, seamos valientes, responsables y protejamos también la salud de nuestra empresa ante esta situación de excepcionalidad.
La actual situación de extensión del virus COVID-19 ha motivado que muchas empresas se hayan visto forzadas a adoptar un nuevo esquema organizativo basado en el teletrabajo o trabajo a distancia. Este nuevo entorno laboral, desconocido para un importante número de profesionales, va a poner a prueba la capacidad de «resiliencia» de nuestro tejido empresarial, esto es, la capacidad de adaptarse y superar los obstáculos sobrevenidos de circunstancias adversas como la actual.
A este respecto, no debemos perder nunca la perspectiva de que, una vez que se haya restablecido la actividad social y económica normal, nos reencontraremos con la continuidad habitual de nuestro negocio, aspecto por el cual la responsabilidad que asumamos y las decisiones que tomemos durante este periodo transitorio serán determinantes para el normal desarrollo de nuestra empresa una vez que la situación de excepcionalidad haya terminado.
En este sentido, interesa subrayar el carácter transversal de la protección de los datos personales. Por «transversal» estamos haciendo referencia a que, por lo general, todos los hechos que acaecen en el seno de cualquier empresa revisten, en mayor o menor medida, cierta trascendencia desde la óptica de la protección de datos personales. El momento actual no es una excepción.
De tal manera, la generalización del teletrabajo o trabajo a distancia, consecuencia de la situación de extensión del virus COVID-19, plantea un nuevo escenario de riesgos en materia de seguridad y protección de datos personales que las empresas deben gestionar adecuadamente mientras dure el compás de espera derivado de dicha situación; esta forma de organización del trabajo debe ser afrontada de forma tal que la flexibilidad y la seguridad vayan a la par.
La descentralización de los sistemas de información de las empresas es caldo de cultivo de posibles violaciones de la seguridad de los datos personales tratados en las mismas, lo que exige una especial diligencia y cuidado en dicho proceso, adoptando todas las medidas técnicas y organizativas necesarias para garantizar la seguridad de los mismos en este ecosistema de teletrabajo, nuevo para muchos empleados.
Los ciberdelincuentes no están en cuarentena y explotarán todas las posibles vulnerabilidades de que adolezca nuestra empresa durante esta situación temporal.
Las empresas hemos de afrontar la presente coyuntura desde una perspectiva organizada, diligente y responsable, estableciendo como primera medida un protocolo de teletrabajo para todos nuestros empleados, que les informe adecuadamente sobre qué normas deben observar para garantizar la seguridad de la información y los datos personales responsabilidad de la empresa en este nuevo contexto de trabajo a distancia.
De tal modo, los empleados de nuestra empresa deben conocer con claridad, a raíz de su incorporación a este escenario diferente, aspectos tales como el acceso seguro a los sistemas de información de la empresa desde casa, qué dispositivos deben utilizar para ello, o qué medidas esenciales de seguridad deben respetar.
Así mismo, la colaboración activa y diligente, durante este periodo transitorio, de nuestro proveedor de servicios informáticos, tiene una importancia estratégica en la acelerada construcción de nuestro nuevo entorno informático de trabajo, que ha de disponer de las medidas técnicas suficientes para garantizar la seguridad de la información objeto de tratamiento por parte de nuestra empresa. De hecho, una incorrecta transición técnico-informática de un entorno de trabajo presencial a un entorno de teletrabajo conlleva riesgos muy importantes de materialización de brechas de seguridad en cualquier empresa, por pequeña que sea.
Cuide y proteja más que nunca la salud de la información de su empresa o entidad pública en esta situación de excepcionalidad.