El camino para ser una de las empresas certificadas en el Esquema Nacional de Seguridad: guía completa
Contratar con la administración pública española se ha convertido en un objetivo estratégico para miles de empresas, but este proceso implica una barrera de entrada cada vez más estricta: la ciberseguridad. Muchas organizaciones descubren que, para licitar, no basta con ofrecer un buen servicio o precio; se les exige ser empresas certificadas en el Esquema Nacional de Seguridad (ENS). Esta exigencia, a menudo descubierta tarde en el proceso de licitación, genera una enorme incertidumbre y pone en riesgo contratos clave.
No estar certificado o no entender las implicaciones del Real Decreto 311/2022 que regula el ENS no es un simple contratiempo. Supone una barrera de entrada directa a la contratación pública. Las consecuencias van desde la exclusión automática de licitaciones y la pérdida de oportunidades de negocio hasta la desconfianza del sector público. En el entorno digital actual, la falta de una certificación de seguridad validada es vista como una debilidad operativa y legal inaceptable.
Este artículo explicará en profundidad qué significa realmente obtener la certificación del ENS, desglosando el proceso, las categorías de seguridad (Baja, Media y Alta) y los beneficios tangibles que aporta. Analizaremos el camino completo que debe recorrer una empresa para demostrar su conformidad, un proceso que se simplifica y asegura mediante el acompañamiento de un servicio especializado en el Esquema Nacional de Seguridad.
Una empresa certificada en el Esquema Nacional de Seguridad (ENS) es aquella que ha implementado y superado una auditoría de las medidas de seguridad exigidas por el Real Decreto 311/2022. Esta certificación demuestra que la organización protege adecuadamente la información y los servicios que maneja, siendo un requisito esencial para contratar con la administración pública.
Qué implica realmente la certificación en el Esquema Nacional de Seguridad
El Esquema Nacional de Seguridad (ENS) no es simplemente un certificado que se obtiene y se guarda; es un sistema de gestión continua de la seguridad. Nació para establecer una política de seguridad común en el uso de medios electrónicos por parte de las administraciones públicas y, por extensión, de sus proveedores privados. La reciente actualización mediante el Real Decreto 311/2022 ha reforzado esta visión, poniendo un énfasis mucho mayor en la vigilancia continua, la gestión de riesgos y la rápida respuesta a incidentes.
El objetivo del ENS es claro: crear un entorno de confianza en el que la información y los servicios estén protegidos contra las amenazas digitales. Para las empresas que colaboran con el sector público, esto significa adoptar un marco de trabajo que garantice la confidencialidad, integridad, disponibilidad, autenticidad y trazabilidad de la información.
Los principios básicos del ENS actual
El RD 311/2022 no solo actualiza las medidas, sino que refuerza los principios sobre los que debe pivotar la seguridad de cualquier entidad, incluidas las empresas proveedoras:
Prevención: Evitar que los incidentes de seguridad ocurran en primer lugar.
Detección: Disponer de mecanismos para identificar un incidente en el momento en que ocurre (o lo antes posible).
Respuesta: Tener un plan claro y probado para actuar y contener el daño de un incidente.
Recuperación: Ser capaz de restaurar los servicios y la información a la normalidad tras un incidente.
Vigilancia continua: Es el pilar del nuevo ENS. La seguridad no es estática; la empresa debe monitorizar activamente sus sistemas, analizar riesgos y adaptarse a nuevas amenazas en tiempo real.
El núcleo del ENS: la categorización de los sistemas
El error más común es creer que el ENS aplica de la misma manera a todas las empresas. La realidad es que el nivel de exigencia depende directamente de la categoría del sistema que se va a certificar. El ENS establece tres niveles (Bajo, Medio, Alto) basados en el impacto que tendría un incidente de seguridad sobre las dimensiones de confidencialidad, integridad, disponibilidad, autenticidad y trazabilidad.
Las empresas proveedoras deben, como primer paso, realizar este ejercicio de categorización junto con la administración para la que licitan.
Diferencias clave entre categoría alta, media y baja
La categoría asignada determinará el rigor de las medidas a implementar (definidas en el Anexo II del RD) y el tipo de auditoría requerida:
Categoría Baja: El impacto de un incidente es limitado. Generalmente, se maneja información pública o de bajo impacto para la organización o los ciudadanos. En esta categoría, suele ser suficiente una Declaración de Conformidad, que es una autoevaluación formal.
Categoría Media: Es la más habitual para proveedores que manejan datos de carácter personal, información económica o que prestan servicios relevantes para el funcionamiento de la administración. Un incidente aquí tendría un daño significativo. Requiere la implementación de un conjunto robusto de medidas y una auditoría externa bienal que resulte en un Certificado de Conformidad.
Categoría Alta: Reservada para sistemas críticos cuya caída o vulneración tendría un impacto muy grave o catastrófico en la seguridad nacional, los servicios esenciales o la seguridad de los ciudadanos (por ejemplo, sistemas de salud críticos, infraestructuras energéticas, etc.). Las medidas de seguridad son las más estrictas y la auditoría externa es obligatoria y más frecuente.
La siguiente tabla resume las diferencias fundamentales:
| Característica | Categoría Baja | Categoría Media | Categoría Alta |
| Impacto del Incidente | Limitado, menor. | Significativo, grave. | Muy grave, catastróf-ico. |
| Nivel de Medidas | Medidas básicas de seguridad. | Medidas robustas y detalladas. | Medidas de máxima seguridad y monitorización. |
| Tipo de Conformidad | Declaración de Conformidad (Autoevaluación). | Certificado de Conformidad (Auditoría Externa). | Certificado de Conformidad (Auditoría Externa). |
| Periodicidad Auditoría | No requiere auditoría externa periódica. | Bienal (cada 2 años). | Bienal (o anual si lo exige la entidad). |
| Ejemplo de Sistema | Web informativa, datos públicos. | Gestión de nóminas, datos personales, portal del ciudadano. | Sistemas de seguridad nacional, control de tráfico aéreo, salud crítica. |
Por qué las empresas buscan certificarse en el Esquema Nacional de Seguridad: beneficios y obligaciones
Si bien la motivación principal para convertirse en una de las empresas certificadas en el Esquema Nacional de Seguridad suele ser la necesidad contractual, los beneficios de implementar este marco van mucho más allá de cumplir con un pliego de licitación.
La obligación de ser una empresa certificada para licitar
Este es el impulsor más directo. La Ley 9/2017 de Contratos del Sector Público establece la obligación de que los pliegos de contratación incluyan prescripciones técnicas que garanticen la seguridad. El ENS es el marco estándar que la administración utiliza para definir y verificar esa garantía.
Exigencia explícita: Cada vez más licitaciones públicas exigen directamente el «Certificado de Conformidad con el ENS» de categoría Media o Alta como requisito de solvencia técnica.
Exclusión: No disponer del certificado (o no estar en vías demostrables de obtenerlo) se convierte en un criterio de exclusión directo. La empresa ni siquiera llega a la fase de valoración de la oferta económica.
Efecto en cadena: Si su empresa es subcontratada por otra que es proveedora principal de la administración, es muy probable que esa empresa le exija a usted, como subcontratista, el cumplimiento del ENS para asegurar su propia conformidad.
Beneficios más allá de la licitación pública
Adoptar el ENS transforma la cultura de seguridad de una organización, generando ventajas competitivas y operativas:
Mejora de la ciberseguridad interna: El ENS no es una lista de verificación; es un Sistema de Gestión de la Seguridad de la Información (SGSI). Obliga a la empresa a analizar sus riesgos, proteger sus activos, formar a sus empleados y prepararse para incidentes. El resultado es una organización más resiliente.
Generación de confianza (sector privado y público): La certificación es un sello de calidad reconocido. Demuestra a clientes (públicos y privados), socios e inversores que la empresa se toma en serio la protección de la información.
Ventaja competitiva: En un mercado saturado, ser una de las empresas certificadas en el ENS le diferencia de sus competidores que no pueden acceder a licitaciones del sector público.
Alineación con otras normativas (RGPD): El ENS y el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) están intrínsecamente ligados. El ENS proporciona las medidas técnicas y organizativas que el RGPD (en su Artículo 32) exige para proteger los datos personales. Tener el ENS facilita enormemente demostrar el cumplimiento del RGPD.
Sanciones y riesgos de no cumplir
Los riesgos de ignorar el ENS son claros:
Pérdida de negocio: La imposibilidad de acceder al mercado de la contratación pública.
Riesgos contractuales: Si se obtiene un contrato afirmando cumplir el ENS sin hacerlo, la empresa se expone a la resolución del contrato, penalizaciones económicas y la prohibición de contratar con la administración en el futuro.
Daño reputacional: Un incidente de seguridad en un servicio prestado a la administración puede tener consecuencias devastadoras para la reputación de la empresa.
El proceso paso a paso para convertirse en una empresa certificada en el Esquema Nacional de Seguridad
El camino hacia la certificación es un proyecto estructurado que requiere implicación de la dirección y recursos. Aunque varía según la categoría, las fases principales para una certificación de categoría Media o Alta son las siguientes:
Fase 1: Análisis inicial y categorización del sistema
Es el punto de partida y el más crítico.
Definición del Alcance: ¿Qué exactamente se va a certificar? No siempre es toda la empresa. Puede ser una línea de negocio, un software (SaaS) o un servicio específico que se presta a la administración.
Categorización: Se deben valorar los activos y la información que maneja el sistema (según el Anexo I del RD) para determinar si la categoría es Baja, Media o Alta. Un error en esta fase (por ejemplo, categorizar como «Bajo» algo que es «Medio») invalida todo el proceso.
Análisis de Brechas (Gap Analysis): Un análisis de dónde está la empresa ahora mismo frente a lo que exige el ENS para esa categoría.
Fase 2: Implementación de las medidas de seguridad (Anexo II)
Aquí es donde se realiza el trabajo técnico y organizativo. El Anexo II del ENS detalla las medidas de seguridad, agrupadas en tres marcos principales.
La siguiente tabla desglosa estos marcos para una mejor comprensión:
| Marco de Medidas | Código (Anexo II) | Enfoque Principal | Ejemplos de Medidas |
| Marco Organizativo | op. | Estrategia y Gestión | Política de seguridad, Gestión de riesgos, Roles y responsabilidades, Formación del personal. |
| Marco Operacional | op. | Procesos y Operaciones | Control de acceso, Gestión de incidentes, Monitorización de eventos, Control de cambios. |
| Marco de Protección | pro. | Medidas Técnicas y Físicas | Seguridad física, Protección de redes (firewalls), Cifrado, Copias de seguridad, Antimalware. |
Para las categorías Media y Alta, se deben implementar todas las medidas del Anexo II que apliquen, y el nivel de rigor debe ser mayor. Este proceso requiere una guía experta, a menudo gestionada a través de una consultoría especializada en el Esquema Nacional de Seguridad.
Fase 3: La Declaración de Aplicabilidad (DA)
Una vez implementadas (o planificadas) las medidas, la empresa debe redactar la Declaración de Aplicabilidad (DA). Este es un documento vital para la auditoría. En él, la empresa lista todas las medidas del Anexo II y, para cada una:
Indica si aplica o no a su sistema.
Si no aplica, justifica por qué.
Si aplica, describe cómo la ha implementado.
Fase 4: Auditoría interna y revisión
Antes de llamar al auditor externo (y pagar por la auditoría), es fundamental realizar una auditoría interna completa. Este «simulacro» sirve para:
Verificar que la DA es correcta y se corresponde con la realidad.
Detectar «No Conformidades» (fallos en la implementación).
Dar tiempo a la organización para corregir esos fallos antes de la auditoría de certificación.
Fase 5: La auditoría de certificación externa
Esta es la fase final. La empresa contrata a una entidad de certificación acreditada por ENAC (Entidad Nacional de Acreditación).
Revisión Documental: El auditor revisará la Política de Seguridad, la DA y el análisis de riesgos.
Auditoría de Campo: El auditor visitará la empresa (o realizará entrevistas remotas) para verificar in situ que las medidas descritas en la DA están realmente implementadas y son eficaces. Buscará evidencias (logs, registros, configuraciones, entrevistas al personal).
Informe de Auditoría: El auditor emitirá un informe con los hallazgos. Si hay «No Conformidades Mayores», la certificación no se otorga hasta que se solucionen.
Emisión del Certificado: Una vez superada la auditoría y cerradas las posibles no conformidades, la entidad emite el Certificado de Conformidad con el Esquema Nacional de Seguridad.
Fase 6: Mantenimiento y vigilancia continua
La certificación (categoría Media y Alta) es válida por dos años. Sin embargo, el ENS exige una auditoría de seguimiento al menos una vez durante ese periodo (normalmente al año). Además, el RD 311/2022 obliga a la empresa a mantener una vigilancia continua, gestionando activamente la seguridad, registrando incidentes y actualizando su análisis de riesgos, no solo preparándose para la siguiente auditoría.
Errores comunes que impiden a las empresas certificarse en el ENS
El proceso de certificación del Esquema Nacional de Seguridad es complejo, y muchas empresas fallan o sufren retrasos significativos debido a errores comunes que demuestran la falta de madurez en ciberseguridad.
Subestimar la categorización inicial
El error más grave es el de partida. Muchas empresas, por desconocimiento o por intentar reducir costes y esfuerzo, autoevalúan su sistema como de «Categoría Baja» cuando, por el tipo de datos que manejan (datos personales, por ejemplo), debería ser «Categoría Media». Esto lleva a implementar medidas insuficientes y, en el mejor de los casos, a ser rechazados en una licitación, o en el peor, a fracasar estrepitosamente en la auditoría de certificación si optaban a ella.
Ver el ENS como un proyecto de TI y no de organización
Otro fallo habitual es delegar el 100% del proyecto al departamento de informática. El ENS no es solo tecnología; es gestión, organización y personas. Muchas de las medidas del Anexo II son organizativas (OP), como:
Política de seguridad: Debe estar aprobada por la alta dirección.
Gestión de roles y responsabilidades: ¿Quién es responsable de qué en materia de seguridad?
Formación y concienciación: El personal es un pilar de la seguridad. Si no están formados, son el eslabón más débil.
Gestión de riesgos: Requiere una visión de negocio, no solo técnica.
Sin el compromiso explícito de la alta dirección y la implicación de departamentos como RRHH o Legal, el proyecto de certificación está destinado a fracasar. Es en esta visión integral donde el asesoramiento de un consultor como Audidat marca la diferencia, conectando los requisitos técnicos con la estrategia de negocio.
La falta de documentación y evidencias
La máxima de un auditor es: «Lo que no está documentado, no existe». Las empresas pueden tener medidas de seguridad excelentes, pero si no pueden demostrarlas de forma fehaciente, la auditoría fallará.
¿Están los procedimientos de control de acceso por escrito?
¿Existen registros (logs) de quién accede a qué información?
¿Se documentan los incidentes de seguridad y las lecciones aprendidas?
¿Se guardan los registros de la formación de concienciación impartida a los empleados?
La falta de una cultura de documentación es un obstáculo habitual en empresas que no están acostumbradas a marcos de gestión formales.
Olvidar el mantenimiento post-certificación
Obtener el certificado es el inicio, no el fin. El ENS, especialmente tras el RD 311/2022, exige vigilancia continua. El error es «relajarse» tras la auditoría. La seguridad debe gestionarse día a día: se deben revisar los logs, analizar nuevas vulnerabilidades, gestionar los parches y estar preparados para la auditoría de seguimiento anual. Perder el certificado por falta de mantenimiento es más común de lo que parece.
El futuro de las empresas certificadas en ENS y su relación con otras normativas
La certificación en el Esquema Nacional de Seguridad no es una isla. Se integra y complementa con un ecosistema de regulaciones europeas y estándares internacionales que definen el futuro de la ciberseguridad empresarial.
ENS vs. ISO 27001: ¿son complementarios?
Es una de las dudas más frecuentes.
ISO 27001: Es el estándar internacional para un Sistema de Gestión de la Seguridad de la Información (SGSI). Es un marco de gestión de riesgos flexible. Le dice a la empresa «qué» debe hacer (analizar riesgos y tratarlos), pero no tanto «cómo».
ENS: Es una normativa obligatoria en España para el sector público. Es mucho más prescriptivo. Su Anexo II detalla las medidas de seguridad específicas que deben implementarse (el «cómo») según la categoría del sistema.
Son absolutamente complementarios. Una empresa que ya tenga la certificación ISO 27001 tiene una enorme ventaja y gran parte del trabajo hecho para el ENS, especialmente en el marco organizativo. El ENS «aterriza» la ISO 27001 al contexto específico de la administración pública española. Para esta adaptación es crucial un servicio experto en el Esquema Nacional de Seguridad.
La sinergia entre el ENS y el RGPD/LOPDGDD
Como se mencionó anteriormente, la sinergia es total.
El RGPD (Artículo 32) exige «medidas técnicas y organizativas apropiadas» para proteger los datos personales.
El ENS (Anexo II) define cuáles son esas medidas técnicas y organizativas.
Para una empresa que trata datos personales por encargo de la administración (un «Encargado del Tratamiento»), tener el ENS de categoría Media o Alta es la mejor evidencia que puede presentar para demostrar su cumplimiento con el Artículo 32 del RGPD.
El impacto de la directiva NIS 2 y el reglamento DORA
El panorama europeo se está volviendo más exigente. La nueva Directiva NIS 2 (sobre seguridad de redes y sistemas de información) y el Reglamento DORA (para el sector financiero) elevan el listón de la ciberseguridad en toda la UE.
Las empresas certificadas en el ENS, especialmente bajo el nuevo RD 311/2022, están mucho mejor preparadas para cumplir con NIS 2. Conceptos como la gestión de incidentes, la resiliencia operativa, la seguridad de la cadena de suministro y la vigilancia continua, que son centrales en NIS 2, ya son pilares fundamentales del ENS actualizado.
Obtener la certificación no es un trámite, sino una transformación estratégica de la seguridad. El proceso, especialmente en categorías Media o Alta, requiere una dedicación profunda y conocimiento experto de las medidas del Anexo II y los procedimientos de auditoría. Para asegurar que su organización no solo obtenga el certificado, sino que implemente un sistema de gestión eficaz, es fundamental contar con asesoramiento especializado. Le invitamos a conocer en detalle nuestro servicio de Esquema Nacional de Seguridad, donde le asistimos en cada fase del proyecto, desde la categorización inicial hasta el mantenimiento.
Preguntas frecuentes sobre empresas certificadas en Esquema Nacional de Seguridad
¿Es obligatorio el Esquema Nacional de Seguridad para todos los proveedores de la administración?
Sí, es obligatorio para todas las entidades del sector público y para sus proveedores (empresas privadas) cuando los sistemas de información que utilizan están involucrados en la prestación del servicio o el cumplimiento del contrato. La obligatoriedad se aplica según el RD 311/2022.
¿Cuánto tiempo se tarda en obtener el certificado del ENS?
El tiempo varía significativamente según la categoría (Baja, Media, Alta) y el estado inicial de la empresa. Para una categoría Media, el proceso puede durar entre 6 y 12 meses, incluyendo la implementación de medidas, la auditoría interna y la auditoría externa de certificación.
¿Qué diferencia hay entre la Declaración de Conformidad y el Certificado de Conformidad?
La Declaración de Conformidad es un documento que la propia entidad (o su proveedor) emite, afirmando que cumple con el ENS (requerido para categoría Baja). El Certificado de Conformidad es emitido por una entidad auditora externa y acreditada tras una auditoría, siendo obligatorio para las categorías Media y Alta.
¿El certificado ENS tiene caducidad?
Sí. El Certificado de Conformidad (para categorías Media y Alta) tiene una validez de dos años. Sin embargo, se requiere una auditoría de seguimiento (o vigilancia) al menos una vez antes de la renovación completa, para asegurar el mantenimiento del sistema.