¿Para qué sirve realmente el Esquema Nacional de Seguridad? Más allá del cumplimiento normativo, el ENS establece un marco imprescindible para garantizar la protección de los sistemas de información que soportan los servicios públicos. Sin embargo, muchas organizaciones abordan su implantación sin comprender a fondo cuáles son los verdaderos objetivos del ENS ni cómo se traducen en acciones concretas.
En este artículo conocerás en detalle los objetivos fundamentales del Esquema Nacional de Seguridad, por qué son relevantes para cualquier entidad que interactúe con datos o servicios públicos, y cómo alinearte con ellos de forma eficaz. Desde la primera fase del diagnóstico hasta la gestión continua de riesgos, entender el “para qué” es clave para un cumplimiento sólido, útil y sostenible.
Además, descubrirás por qué el Esquema Nacional de Seguridad es mucho más que un marco técnico y cómo sus metas estratégicas fortalecen la confianza digital, la transparencia institucional y la ciberresiliencia.
¿Qué es el ENS y por qué es necesario tener claros sus objetivos?
El ENS —regulado actualmente por el Real Decreto 311/2022— establece los principios básicos, requisitos mínimos y medidas necesarias para proteger adecuadamente la información manejada por los sistemas del sector público o de entidades que colaboran con él.
No se trata solo de un conjunto de medidas técnicas: el ENS representa un modelo integral de gestión de la seguridad adaptado a la realidad operativa de las organizaciones públicas y privadas que prestan servicios digitales.
Entender sus objetivos clave permite abordar su implementación de manera coherente, eficiente y alineada con los fines para los que fue concebido.
Uno de los primeros pasos para cumplir eficazmente con el Esquema Nacional de Seguridad es, precisamente, interiorizar estos objetivos y traducirlos a políticas, procedimientos y controles aplicables.
Objetivos generales del ENS
El Real Decreto que regula el Esquema Nacional de Seguridad establece expresamente cinco objetivos fundamentales que guían toda su estructura:
1. Garantizar la protección de la información
El primer y más evidente objetivo del ENS es proteger la información frente a accesos no autorizados, manipulaciones, pérdidas o divulgaciones indebidas.
Esta protección se basa en cinco principios esenciales:
Confidencialidad: solo accede quien está autorizado.
Integridad: la información no puede ser alterada sin control.
Disponibilidad: debe estar accesible cuando se necesita.
Autenticidad: se puede verificar la identidad del emisor o receptor.
Trazabilidad: se pueden seguir las acciones sobre los datos.
Estas garantías se aplican tanto a sistemas como a comunicaciones, procedimientos y personas.
2. Establecer un marco común de referencia
Uno de los objetivos estratégicos del ENS es homogeneizar la seguridad en toda la administración pública, incluyendo sus relaciones con el sector privado.
Antes de su existencia, cada organismo aplicaba sus propios criterios, generando desigualdades, ineficiencias y lagunas de seguridad.
El ENS unifica criterios mediante:
Principios comunes
Niveles de seguridad definidos (básico, medio, alto)
Medidas específicas para cada nivel
Requisitos mínimos transversales
Este marco compartido facilita la interoperabilidad y la colaboración segura entre organismos públicos y sus proveedores.
3. Promover la mejora continua de la seguridad
El ENS no es un proyecto puntual. Su planteamiento exige que las organizaciones establezcan un ciclo de mejora continua en la gestión de la seguridad.
Esto implica:
Revisión periódica de los riesgos
Actualización de medidas
Auditorías internas y externas
Formación continua del personal
Evaluación del desempeño
La mejora continua es esencial para adaptarse a nuevos riesgos, tecnologías y marcos legales.
4. Fomentar la prevención, detección y respuesta ante incidentes
Otro objetivo clave es que las entidades adopten un enfoque proactivo y reactivo ante ciberamenazas.
Esto requiere establecer:
Sistemas de monitorización
Canales de notificación y escalado
Procedimientos de gestión de incidentes
Planes de recuperación y continuidad
El objetivo no es solo evitar incidentes, sino reducir su impacto, acortar su duración y garantizar una respuesta adecuada.
El ENS exige que las organizaciones estén preparadas para gestionar ataques, errores o fallos de forma ordenada, rápida y eficaz.
5. Generar confianza en el uso de los servicios digitales
En un contexto de transformación digital, la confianza de ciudadanos y entidades en los servicios públicos digitales es fundamental. El ENS busca consolidar esa confianza a través de:
La transparencia en la gestión de la seguridad
La existencia de mecanismos de control y auditoría
La implantación de medidas proporcionales al riesgo
La responsabilidad activa de los órganos gestores
Cumplir con el Esquema Nacional de Seguridad transmite una imagen de fiabilidad, profesionalidad y compromiso con la protección de los datos y los servicios.
Objetivos operativos: cómo se materializan los principios del ENS
Además de los cinco objetivos generales, el ENS traduce sus principios en una serie de objetivos operativos que guían las acciones concretas dentro de las organizaciones:
1. Establecer responsabilidades claras
Cada entidad debe asignar roles específicos para la gestión de la seguridad, tales como:
Responsable de la información
Responsable del servicio
Responsable de la seguridad
Responsable del sistema
Esta asignación clara evita vacíos de responsabilidad y mejora la coordinación entre áreas técnicas, jurídicas y organizativas.
2. Documentar y justificar todas las decisiones
El ENS exige trazabilidad y justificación para cada medida adoptada, lo cual se logra mediante:
Política de seguridad
Análisis de riesgos
Declaración de aplicabilidad
Normativa interna
Informes y auditorías
Esta documentación no solo es clave para auditar el cumplimiento, sino para mantener una gestión eficaz a largo plazo.
3. Aplicar medidas proporcionadas al nivel de riesgo
La proporcionalidad es un principio esencial del ENS. No todas las organizaciones deben aplicar las mismas medidas, sino aquellas adecuadas a:
La sensibilidad de la información
La criticidad del servicio
Las amenazas identificadas
Por eso el ENS define tres niveles de seguridad y adapta las medidas a cada uno.
4. Integrar la seguridad desde el diseño
Uno de los cambios más significativos en la filosofía ENS es que exige incluir la seguridad desde la fase inicial de cualquier proyecto o sistema.
Esto implica:
Evaluar riesgos antes de desarrollar o implantar sistemas
Diseñar medidas preventivas desde el inicio
Integrar la seguridad en la arquitectura técnica y funcional
Este enfoque evita correcciones costosas a posteriori y reduce el riesgo estructural.
El ENS en el contexto de la estrategia nacional de ciberseguridad
El ENS no es una norma aislada. Forma parte de la estrategia nacional para proteger el ciberespacio y garantizar la soberanía digital del sector público.
Está alineado con:
El Plan de Digitalización de las Administraciones Públicas
El Reglamento (UE) 2019/881 (Cybersecurity Act)
Las directivas europeas NIS y NIS2
La normativa del Centro Criptológico Nacional (CCN-CERT)
En este contexto, el ENS refuerza la resiliencia del Estado ante ciberamenazas y ataques dirigidos a infraestructuras críticas o datos sensibles.
Por ello, su implantación no debe abordarse como una obligación administrativa más, sino como una prioridad estratégica nacional.
¿Qué papel tienen los proveedores tecnológicos?
Los objetivos del ENS también se extienden a las empresas privadas que prestan servicios o soluciones digitales a entidades públicas.
Estas empresas deben:
Cumplir con los requisitos de seguridad exigidos por el nivel ENS del servicio
Documentar sus controles y medidas
Aportar evidencias de cumplimiento
Asegurar la trazabilidad de los datos
Facilitar auditorías y revisiones externas
En muchos casos, también deben contar con certificación oficial ENS, especialmente en contratos donde se exige el nivel Medio o Alto.
Por eso, cada vez más proveedores adoptan internamente el Esquema Nacional de Seguridad como parte de su política de calidad y ciberseguridad.
Cumplir con los objetivos del ENS: ¿por dónde empezar?
Te contamos cómo alinear tu organización con los objetivos del ENS paso a paso:
Realiza un diagnóstico inicial que evalúe riesgos, niveles y madurez.
Define el alcance del sistema de información que será objeto de cumplimiento.
Asigna roles y responsabilidades de seguridad.
Desarrolla una política de seguridad clara y aprobada.
Implanta medidas técnicas y organizativas adaptadas al nivel requerido.
Genera y mantiene toda la documentación obligatoria.
Establece mecanismos de seguimiento, revisión y mejora continua.
Capacita al personal en materia de seguridad y ENS.
Este enfoque permite convertir el cumplimiento en una ventaja competitiva y operativa, no solo en una exigencia normativa.
¿Buscas una implantación real y alineada con los objetivos ENS?
Si tu entidad necesita cumplir con los objetivos del Esquema Nacional de Seguridad, podemos ayudarte desde el análisis inicial hasta la certificación, alineando todas las fases con la normativa y con los fines estratégicos del marco ENS. Nuestro equipo trabaja con entidades públicas y proveedores TIC que necesitan un cumplimiento eficaz, documentado y sostenible. Conoce cómo abordamos el proceso accediendo a Esquema Nacional de Seguridad.
Preguntas frecuentes sobre los objetivos del ENS
¿Los objetivos del ENS se aplican solo a la Administración?
No. También se aplican a empresas privadas que gestionan información o servicios públicos, especialmente si prestan servicios tecnológicos a administraciones.
¿Puedo aplicar solo parte del ENS?
Dependerá del alcance y del nivel de criticidad. Pero para garantizar el cumplimiento, deben cumplirse todos los principios y objetivos aplicables al sistema definido.
¿Cuál es la diferencia entre medidas y objetivos del ENS?
Los objetivos son los fines estratégicos que guían la norma. Las medidas son las acciones concretas que deben aplicarse para alcanzarlos.
¿Qué ocurre si no alcanzo los objetivos del ENS?
Además de posibles sanciones o pérdida de contratos, tu entidad estará expuesta a riesgos operativos y reputacionales derivados de una gestión deficiente de la seguridad.