El 84% de las empresas españolas sufrió intentos de ciberataque en 2024, según el Estudio de Ciberseguridad de Zerod.
El ransomware fue el ataque más común: el 44% de las compañías lo padecieron y el 40% de ellas pagó un rescate.
Las startups enfrentan mayores dificultades por su falta de recursos y preparación ante exigencias normativas como el RGPD, ENS o la directiva NIS2.
Invertir en estrategias proactivas, como el pentesting y la formación continua, es clave para mitigar riesgos y garantizar la continuidad del negocio.
Una amenaza creciente en el ecosistema emprendedor
La ciberseguridad se ha consolidado como uno de los retos estratégicos más relevantes para las empresas españolas. Según el Estudio de Ciberseguridad en las Empresas Españolas 2024, elaborado por Zerod, el 84% de las organizaciones sufrió al menos un intento de ciberataque durante el último año. Entre estos, el ransomware destaca como la amenaza más frecuente, afectando al 44% de las empresas, de las cuales el 40% admitió haber pagado un rescate para recuperar su información.
La necesidad de reactivar operaciones rápidamente y el temor a la pérdida de datos críticos empujan a muchas compañías a ceder ante los ciberdelincuentes, lo que supone un alto coste económico y una grave afectación reputacional.
Startups: un blanco vulnerable y rentable
Mientras las grandes corporaciones refuerzan sus estructuras de seguridad, las startups y emprendedores continúan siendo objetivos prioritarios para los atacantes. La escasez de recursos y el desconocimiento técnico convierten a estos actores emergentes en blancos accesibles y lucrativos. Un ciberataque exitoso puede comprometer su operativa, reputación y viabilidad financiera hasta llevar al cierre de la empresa.
A esta exposición se suma la creciente dificultad para cumplir con normativas como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), el Esquema Nacional de Seguridad (ENS) o la ISO27001. El 53% de las empresas encuestadas reconoce tener problemas de adaptación a estas exigencias, una situación que podría agravarse con la próxima entrada en vigor de la directiva europea NIS2, que impondrá nuevas obligaciones a sectores esenciales y empresas tecnológicas.
Aumento de la inversión en seguridad digital
Frente a esta realidad, el 80% de las empresas ha incrementado su presupuesto en ciberseguridad durante el último año. Aunque muchas han reforzado sus sistemas perimetrales y copias de seguridad, destaca un crecimiento notable en las estrategias ofensivas. El 68% ya realiza pruebas de pentesting y el 70% ha establecido procesos formales de gestión de vulnerabilidades. Estas medidas han demostrado ser efectivas, reduciendo los incidentes graves en un 45%.
Sin embargo, los ataques de phishing siguen aumentando. El 61% de las empresas detectó intentos de suplantación de identidad a través del correo electrónico corporativo, lo que subraya la necesidad de capacitar al personal en buenas prácticas digitales para evitar que el factor humano se convierta en el eslabón débil.
Claves para una ciberseguridad integral
Para startups y emprendedores, adoptar un enfoque integral de la ciberseguridad es esencial. Esto implica combinar tecnología, formación, talento y cumplimiento normativo. Medidas como la autenticación multifactor (MFA), la formación continua en ciberamenazas y la actualización periódica de sistemas pueden marcar la diferencia.
Asimismo, se recomienda realizar auditorías de seguridad, establecer protocolos de respuesta ante incidentes y considerar servicios como los vCISO (Chief Information Security Officer virtual), que proporcionan liderazgo estratégico en seguridad sin los costes de una contratación a tiempo completo.
Una prioridad ineludible de cara a 2025
De cara al futuro, la ciberseguridad debe consolidarse como una prioridad estratégica. Será crucial reforzar las políticas internas sobre gestión de accesos y protección de datos, así como impulsar programas formativos adaptados a todos los niveles de la organización.
La adaptación a los marcos normativos en evolución, como NIS2 y ENS, exigirá auditorías frecuentes para garantizar el cumplimiento legal y evitar sanciones. Además, contar con protocolos de respuesta estructurados permitirá minimizar el impacto de los ataques y facilitar la recuperación operativa.
La ciberseguridad ha dejado de ser un tema técnico exclusivo del área informática: hoy es un factor estratégico que incide directamente en la continuidad del negocio y la confianza de inversores y clientes. Para startups y emprendedores, la mejor defensa es una preparación adecuada y proactiva que refuerce su resiliencia y competitividad en un entorno digital cada vez más exigente.