Puede parecer un simple trámite. Una casilla de correo, un buzón anónimo o una plataforma que se instala y ya. Pero si eso es lo que crees que significa tener un canal de denuncias, estás cometiendo uno de los errores más costosos y frecuentes que hemos visto en los últimos meses.
Desde la entrada en vigor de la Directiva (UE) 2019/1937, miles de organizaciones se han lanzado a cumplir a toda prisa. Lo preocupante no es que implementen mal. Lo preocupante es que creen haber cumplido. Esta falsa sensación de seguridad está dejando a muchas empresas expuestas a sanciones, conflictos laborales y daños reputacionales irreversibles.
La solución no es una herramienta. Es una estrategia integral. Y por eso el punto de partida debe ser un enfoque profesional como el que ofrece el Canal ético.
Los errores invisibles que lo arruinan todo
¿Estás seguro de que tu canal garantiza la confidencialidad real? ¿Sabes cómo gestionar una denuncia sin vulnerar derechos laborales? ¿Tienes definidos los plazos, responsables y protocolos de actuación?
Este error lo hemos visto decenas de veces: empresas que implementan un canal sin pensar en la gestión posterior. Resultado: denuncias mal tratadas, represalias encubiertas, empleados desmotivados… y una pista de auditoría que juega en su contra.
Lo que muchos no ven es que un canal de denuncias no se mide por su existencia, sino por su eficacia. Por eso, el Canal ético de Audidat incluye no solo la herramienta, sino el acompañamiento experto para definir criterios, formar a los equipos y garantizar la trazabilidad exigida por la ley.
Riesgos reales por inacción o cumplimiento aparente
Implementar mal es peor que no implementar. Porque crea una falsa seguridad, mientras las consecuencias legales siguen intactas:
Sanciones de hasta 1.000.000 € por incumplimiento normativo
Pérdida de confianza de empleados y stakeholders
Filtración de información sensible
Demandas por vulneración de derechos fundamentales
Y no hablamos de teoría. Hablamos de casos reales que han salido a la luz porque no se supo gestionar adecuadamente una comunicación interna.
Lo que exige la normativa (y muchos pasan por alto)
La Directiva europea y su transposición al ordenamiento español son claras: el canal debe ser seguro, confidencial, accesible, eficaz y garantizar la no represalia. Esto implica mucho más que un software:
Políticas internas alineadas
Formación continua
Protocolos de actuación claros
Registro y trazabilidad documentada
Todo esto forma parte del servicio que provee el Canal ético de Audidat. Porque no se trata de cubrir el expediente, sino de proteger a tu organización.
El coste oculto de no hacerlo bien
Puede que pienses que «ya tienes algo montado». O que «en tu empresa nunca ha pasado nada». Pero esa es precisamente la trampa. La mayoría cree que cumple, pero no lo ha verificado con expertos. Y cuando llega el primer caso serio, ya es tarde.
Lo más costoso no es la multa. Es el tiempo, el desgaste, la reputación. Es la sensación de haber podido evitarlo.
Antes de que eso ocurra, habla con un consultor. Evaluamos tu situación actual, identificamos riesgos ocultos y te ayudamos a implementar un sistema eficaz, alineado con la normativa y con las expectativas reales de tus equipos. Todo esto, desde el enfoque profesional del Canal ético.
Preguntas frecuentes sobre cómo poner en marcha un canal de denuncias
¿Es obligatorio tener un canal de denuncias?
Sí. Desde la transposición de la Directiva europea, es obligatorio para entidades de más de 50 empleados y para ciertas actividades reguladas.
¿Qué debe incluir un canal de denuncias eficaz?
Acceso seguro, garantía de confidencialidad, protocolo de gestión, formación del personal y documentación trazable.
¿Puedo utilizar una herramienta gratuita o genérica?
No es recomendable. La herramienta es solo una parte. Lo crítico es la estrategia, la adaptación legal y la gestión posterior.
¿Quién debe gestionar las denuncias internas?
Un responsable designado, con formación y garantías de imparcialidad. Idealmente, con soporte externo especializado.