Las nuevas normativas como NIS2, DORA y CRA amplían las exigencias legales en ciberseguridad.
Las pymes con más de 50 empleados o 10 millones de euros de facturación están obligadas a cumplir medidas preventivas y de notificación.
Fabricantes de software y hardware deberán certificar la seguridad de sus productos para operar en la UE.
Las empresas del sector financiero estarán sujetas a auditorías y controles avanzados de ciberprotección.
La ciberseguridad ya no es opcional: impacto normativo en las empresas
Durante mucho tiempo, la ciberseguridad fue percibida como una responsabilidad exclusiva de grandes compañías o sectores críticos. Sin embargo, la legislación europea ha evolucionado hasta convertirla en una obligación legal que afecta directamente a pymes, autónomos y fabricantes tecnológicos.
El punto de partida fue el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), que desde 2018 exige a todas las empresas garantizar la seguridad de los datos personales. Pero las nuevas normativas van más allá, exigiendo medidas concretas para asegurar la continuidad operativa, prevenir incidentes y proteger toda la cadena digital.
NIS2: ciberseguridad obligatoria para más sectores y empresas
La Directiva NIS2 supone un antes y un después. No solo se dirige a sectores estratégicos como salud, telecomunicaciones, energía o logística, sino también a cualquier empresa con más de 50 empleados o una facturación superior a los 10 millones de euros.
Estas organizaciones deberán adoptar medidas de ciberseguridad activas y, en caso de incidente, notificarlo en un plazo máximo de 24 horas. Esto obliga a muchas pymes a implementar políticas de prevención y reacción que hasta ahora no contemplaban.
DORA: refuerzo de la ciberresiliencia en el sector financiero
El Reglamento DORA (Digital Operational Resilience Act) establece un marco regulador específico para las entidades del sector financiero y los proveedores tecnológicos que colaboran con ellas. Impone auditorías, controles de acceso y medidas de protección reforzadas con el objetivo de evitar vulnerabilidades que puedan comprometer la integridad del sistema financiero.
Las fintech, aseguradoras y plataformas tecnológicas deben adaptarse rápidamente a este nuevo marco normativo, que prioriza la resiliencia operativa digital como un elemento estratégico.
CRA: la ciberseguridad como requisito para comercializar productos digitales
El Cyber Resilience Act (CRA) introduce una obligación crucial para los fabricantes: certificar que sus productos cumplen con estándares de ciberseguridad antes de salir al mercado europeo. Esto aplica a dispositivos conectados a Internet, cámaras, routers, software y cualquier tecnología digital.
Este enfoque representa un giro hacia la seguridad por diseño, exigiendo a las empresas de desarrollo y fabricantes que incorporen medidas desde la fase inicial del producto. Para muchos, será la condición indispensable para operar dentro del mercado comunitario.
Transformación digital con enfoque de seguridad
La normativa europea de ciberseguridad está redefiniendo el panorama empresarial. Lo que antes eran recomendaciones, ahora son obligaciones legales que afectan a miles de negocios. Las empresas deben adaptarse a este nuevo entorno regulatorio, invirtiendo en tecnología, formación y protocolos de seguridad que garanticen su continuidad, reputación y cumplimiento normativo.