Todo parece en orden. Códigos de conducta redactados, políticas internas compartidas, incluso algún curso de formación anual. Pero cuando rascamos un poco… el cumplimiento normativo se tambalea.
La mayoría de empresas cree tener un sistema de compliance implantado, pero lo que realmente tienen es una ilusión de control.
El compliance corporativo no es un documento en un cajón ni un check en una auditoría interna. Es un sistema vivo, transversal, que exige compromiso real, estructura funcional y revisión continua. Y aquí es donde empiezan los problemas.
Desde el principio, trabajar con un enfoque realista y alineado al marco normativo desde Compliance es clave para evitar estos errores repetidos.
Los 7 retos más comunes (y peligrosos)
1. Confundir la forma con el fondo
Redactar un código ético no significa que la organización funcione de forma ética. La mayoría de planes se quedan en lo formal, pero no aterrizan en la operativa real.
2. Falta de implicación del órgano de gobierno
Sin liderazgo visible desde arriba, el compliance nunca será cultura, solo un requisito más. Las empresas que delegan todo en un técnico acaban teniendo un sistema hueco.
3. Desconexión con los riesgos reales del negocio
Este error lo hemos visto decenas de veces: modelos genéricos que no reflejan los riesgos específicos de la organización. Y cuando llega un incidente, nadie sabe cómo actuar.
4. Desactualización normativa
¿Estás seguro de que tu sistema recoge los cambios en leyes penales, fiscales, medioambientales o de protección de datos? La mayoría cree que cumple, pero la normativa cambia más rápido que su política interna.
5. Falta de canales de denuncia efectivos
Tener un buzón de quejas no es suficiente. Si no hay confianza en el canal ni garantías de confidencialidad, los empleados no lo usarán y los riesgos crecerán en silencio.
6. Formación sin impacto
Una sesión genérica al año no forma ni compromete. El personal debe entender su rol en el sistema, identificar situaciones de riesgo y saber cómo actuar.
7. Miedo a revisar
Muchas organizaciones temen reabrir el sistema porque eso implica reconocer que no está funcionando. Pero el verdadero riesgo es dejarlo como está, confiando en que no habrá problemas.
Lo que muchos no ven del compliance corporativo
El riesgo no es solo una sanción. Es la pérdida de confianza de clientes, inversores, empleados y socios estratégicos.
Un fallo en compliance puede terminar en responsabilidad penal para directivos, daños reputacionales irreversibles o inhabilitación para contratar con la administración pública.
Y lo más grave: la mayoría de estos riesgos eran perfectamente evitables.
Lo que muchos no ven es que el mayor enemigo del compliance es la autocomplacencia. Esa sensación de “esto ya lo tenemos resuelto” que paraliza cualquier avance.
Por eso, las empresas con sistemas realmente eficaces revisan, miden y adaptan continuamente sus mecanismos de cumplimiento.
En este contexto, contar con una implantación profesional de Compliance ya no es una ventaja competitiva: es una condición para seguir operando con garantías.
¿Estás gestionando tu compliance o solo lo aparentas?
Sabemos que no es fácil. Ni cómodo. Pero los sistemas que solo existen sobre el papel no resisten una crisis, una inspección ni una denuncia interna.
Desde Audidat, trabajamos junto a cada organización para entender su contexto, adaptar sus políticas, crear procedimientos reales y formar a quienes deben aplicarlos.
Sin plantillas vacías ni promesas genéricas. Con el objetivo de que tu sistema no solo cumpla, sino que funcione.
Revisa tu modelo con visión externa. Evalúa tus riesgos reales. Asegúrate de que tu sistema de Compliance está vivo, conectado y actualizado.
Preguntas frecuentes sobre compliance corporativo
¿Qué ley obliga a implantar un sistema de compliance?
El Código Penal español, desde la reforma de 2010, establece que las personas jurídicas pueden ser penalmente responsables. Un sistema de compliance eficaz puede eximir o atenuar esa responsabilidad.
¿El compliance es obligatorio para todas las empresas?
No todas están obligadas legalmente, pero todas pueden beneficiarse de su implantación, especialmente si tienen contratos públicos o riesgos sectoriales relevantes.
¿Cuánto tiempo lleva implantar un modelo de compliance?
Depende del tamaño y complejidad de la organización. En general, puede llevar entre 2 y 6 meses realizar un diseño e implantación adaptados y eficaces.
¿Qué debe incluir un canal de denuncias válido?
Confidencialidad, trazabilidad, independencia, seguimiento, y garantía de protección al denunciante. No basta con un simple buzón de sugerencias.
¿Se audita el sistema de compliance?
Sí. La revisión periódica, interna o externa, es uno de los pilares del sistema y una exigencia para considerar el modelo eficaz.