Los historiales clínicos contienen información altamente sensible. Basta una filtración, un acceso no autorizado o un fallo de protección para comprometer datos personales de pacientes, vulnerar la confidencialidad médico-paciente y generar consecuencias legales y reputacionales muy graves para las organizaciones sanitarias.
Y, sin embargo, las brechas de seguridad en historiales clínicos siguen siendo una realidad. ¿Cómo proteger de verdad esta información crítica? En este artículo verás cómo aplicar el Esquema Nacional de Seguridad permite prevenir eficazmente este tipo de incidentes.
Por qué los historiales clínicos son un objetivo crítico
Los historiales médicos recopilan diagnósticos, tratamientos, antecedentes familiares, hábitos personales, enfermedades previas, resultados de pruebas y toda la información que permite entender la salud de una persona. Desde la perspectiva de la ciberseguridad, este tipo de datos tiene un alto valor:
Interés comercial: pueden utilizarse para campañas ilegales, seguros médicos o publicidad dirigida.
Usos delictivos: suplantación de identidad o extorsión.
Impacto institucional: una filtración afecta directamente a la confianza en el centro sanitario.
Por eso las entidades del sector salud deben asumir que proteger los historiales clínicos no es opcional. Es una responsabilidad legal y ética.
¿Qué son las brechas de seguridad en datos clínicos?
Se considera brecha de seguridad cualquier incidente que afecte a la confidencialidad, integridad o disponibilidad de los datos. Algunos ejemplos frecuentes en el entorno sanitario:
Accesos indebidos por parte de personal no autorizado.
Filtraciones de datos a través de correos electrónicos mal gestionados.
Ataques de ransomware, que bloquean el acceso a la historia clínica electrónica.
Robo o pérdida de dispositivos con información sin cifrar.
Errores humanos como compartir contraseñas o dejar sesiones abiertas.
La aplicación rigurosa del Esquema Nacional de Seguridad ayuda a minimizar todos estos riesgos. Su adopción no se limita a cumplir con la normativa: es una herramienta práctica para proteger los sistemas de información sanitaria.
¿Qué exige la normativa en materia de seguridad de historiales clínicos?
Cuidar los datos de salud no es solo una buena práctica: es una obligación legal regulada por múltiples normas:
Reglamento General de Protección de Datos (RGPD): considera los datos de salud como categoría especial, lo que exige medidas reforzadas.
Ley 41/2002: establece los derechos de los pacientes respecto a su historia clínica.
Ley 14/2007 de Investigación Biomédica: define cómo pueden tratarse los datos clínicos con fines científicos.
Esquema Nacional de Seguridad (ENS): obligatorio para entidades públicas y privadas que gestionan servicios tecnológicos relacionados con la Administración.
Por tanto, si tu organización maneja historiales clínicos en relación con sistemas del sector público, la implantación del Esquema Nacional de Seguridad no es una opción: es una exigencia.
Cómo prevenir brechas aplicando el Esquema Nacional de Seguridad
El Esquema Nacional de Seguridad proporciona un marco metodológico claro para proteger la información y los servicios frente a amenazas y riesgos. Te contamos cómo contribuye a blindar los historiales clínicos:
1. Clasificación y análisis de riesgos
Antes de aplicar medidas, hay que conocer los activos y valorar su criticidad. El ENS exige una clasificación que permita determinar el nivel de protección necesario.
Se evalúa el impacto que tendría una brecha en términos de confidencialidad, integridad y disponibilidad.
Esto permite diseñar medidas ajustadas a la sensibilidad de los historiales clínicos.
2. Medidas organizativas y técnicas obligatorias
El ENS incluye una serie de principios básicos y requisitos mínimos que deben implantarse. Entre ellos destacan:
Control de accesos: gestión de usuarios, perfiles y permisos, con registros de actividad.
Protección de la información en tránsito y en reposo: cifrado, autenticación robusta.
Gestión de incidentes: procesos establecidos para detectar, notificar y resolver brechas.
Continuidad del servicio: planes de respaldo y recuperación.
Estas medidas permiten actuar antes, durante y después de un incidente, reduciendo al máximo el impacto sobre los datos clínicos.
3. Concienciación y formación del personal sanitario
El error humano está detrás de muchas brechas. El ENS exige implementar un plan de concienciación y formación continua que garantice que:
El personal sanitario accede solo a la información que necesita.
Se siguen buenas prácticas de seguridad: no compartir contraseñas, cerrar sesiones, etc.
Se conoce el protocolo de actuación ante un incidente.
4. Auditorías, revisión y mejora continua
Una vez implantado, el ENS obliga a:
Revisar regularmente las medidas aplicadas.
Realizar auditorías internas y externas.
Aplicar mejoras ante cambios tecnológicos o nuevos riesgos.
Este ciclo de mejora continua garantiza que los sistemas de información clínica se mantienen protegidos a lo largo del tiempo.
Consecuencias de no proteger adecuadamente los historiales clínicos
Ignorar las exigencias del ENS y otras normativas puede tener consecuencias muy graves:
Sanciones económicas por incumplimiento del RGPD o la Ley de Protección de Datos.
Pérdida de confianza por parte de los pacientes y del personal médico.
Responsabilidad penal en casos de negligencia grave o filtraciones masivas.
Interrupciones del servicio asistencial, que afectan directamente a la atención sanitaria.
Frente a esto, la implantación del Esquema Nacional de Seguridad se presenta como una medida eficaz y necesaria para proteger los intereses de todos los implicados.
Ejemplos reales de brechas en el ámbito sanitario
La realidad confirma lo anterior. Algunos casos conocidos:
Ataques de ransomware a hospitales públicos, que bloquearon durante días el acceso a las historias clínicas, obligando a retrasar intervenciones y consultas.
Filtración de historiales psiquiátricos en centros privados tras un fallo de configuración en sus servidores.
Consultas médicas accesibles sin autenticación a través de portales digitales mal diseñados.
En todos estos casos, una correcta implementación de medidas alineadas con el ENS podría haber evitado o mitigado el impacto.
Buenas prácticas complementarias al ENS en el entorno clínico
Además de cumplir con el Esquema Nacional de Seguridad, conviene reforzar la protección con acciones como:
Revisión continua de contraseñas y autenticación multifactor.
Segmentación de redes para evitar accesos transversales indebidos.
Política de dispositivos móviles con control de uso y cifrado obligatorio.
Monitorización activa de eventos para detectar patrones anómalos.
Pruebas periódicas de penetración para identificar vulnerabilidades.
Todo esto contribuye a que la gestión de la seguridad no se limite a cumplir normas, sino a proteger de forma real los datos de salud de las personas.
La seguridad clínica como compromiso institucional
Proteger los historiales clínicos no es solo una tarea del departamento de IT. Involucra a:
La dirección, como garante del cumplimiento legal.
El equipo médico, como usuario principal de los datos.
El personal de administración, como gestor de procesos documentales.
El proveedor tecnológico, como responsable de las plataformas digitales.
El cumplimiento del ENS ayuda a coordinar todos estos perfiles bajo un mismo marco, facilitando la colaboración y la protección integral.
Implantación profesional del ENS para el sector salud
Implantar el Esquema Nacional de Seguridad requiere experiencia, conocimiento técnico y comprensión del entorno sanitario. Es recomendable contar con consultores especializados que:
Realicen un diagnóstico inicial.
Definan el plan de adecuación al ENS.
Acompañen en la implantación de las medidas organizativas y técnicas.
Asistan en las auditorías de verificación.
Capaciten al personal sanitario implicado.
La protección de los historiales clínicos no puede dejarse a la improvisación. La inversión en seguridad es también una inversión en confianza y continuidad asistencial.
Asesoramiento experto en la aplicación del ENS
Si tu organización necesita garantizar la protección de los historiales clínicos, el Esquema Nacional de Seguridad es el marco más adecuado y fiable. En Audidat ofrecemos un servicio experto, adaptado al entorno sanitario, y sin compromiso inicial.
Contáctanos si deseas implementar una solución segura, conforme y eficaz a través del Esquema Nacional de Seguridad.
Preguntas frecuentes sobre brechas de seguridad en historiales clínicos
¿Qué hacer si se produce una brecha en un historial clínico?
Debe notificarse a la autoridad de protección de datos en menos de 72 horas si hay riesgo para los derechos de los afectados. También se debe comunicar a los propios pacientes y aplicar medidas correctivas inmediatas.
¿El Esquema Nacional de Seguridad es obligatorio para clínicas privadas?
Sí, si prestan servicios tecnológicos a la Administración o manejan datos de ciudadanos en entornos regulados. Aunque no estén obligadas, su adopción es muy recomendable.
¿Se pueden externalizar medidas del ENS?
Sí, pero siempre bajo contrato con proveedores que garanticen el cumplimiento del ENS y con controles de auditoría adecuados.
¿Cuánto tiempo se necesita para implantar el ENS en un centro de salud?
Depende del tamaño, la complejidad tecnológica y el nivel de madurez de la organización. Puede variar desde unas semanas a varios meses.