Las infraestructuras de agua que dependen de sistemas OT y datos continuos son especialmente vulnerables a ciberataques.
Xylem Vue identifica cuatro estrategias clave para reforzar la ciberseguridad hídrica en 2025.
La actualización tecnológica, la monitorización continua y la cultura organizativa son pilares de la resiliencia.
Normativas como NIS2 exigen políticas robustas y cooperación internacional en sectores esenciales.
Infraestructuras hídricas en el foco de los ciberataques
El reciente apagón masivo en España, aunque finalmente no atribuido a un ciberataque, reavivó el temor sobre la vulnerabilidad de servicios esenciales como el agua. La pregunta que quedó en el aire fue contundente: ¿qué ocurriría si el suministro hídrico sufriera un ataque cibernético?
El informe de predicciones de amenazas 2025 de Fortinet Lab alerta sobre el aumento de ataques impulsados por inteligencia artificial y dirigidos a entornos reales y en la nube. Entre los sectores más comprometidos figuran los que dependen de tecnología operativa (OT), como el de la gestión hídrica, donde la continuidad de los datos es vital para garantizar el suministro.
Según destaca el informe “Water Technology Trends 2025” de Xylem Vue, los sistemas industriales de monitorización y control, como los empleados en redes de distribución y plantas de tratamiento, necesitan actualizaciones constantes y estrategias de defensa activas para frenar accesos no autorizados y proteger datos sensibles.
Cuatro estrategias tecnológicas para una ciberseguridad resiliente
1. Actualización tecnológica y seguridad física
La actualización de sistemas como SCADA es esencial para alinearse con los estándares de ciberseguridad actuales. A esto se suma la implementación de herramientas como la segmentación de redes y la autenticación robusta. Además, Xylem Vue subraya la importancia de reforzar la seguridad física en estaciones de control remoto mediante vigilancia, sensores y barreras antiintrusión.
2. Monitorización y evaluación continua de riesgos
La detección temprana de amenazas mediante sistemas de análisis en tiempo real y evaluaciones periódicas de riesgo se considera una práctica crítica. Estos procesos, integrados con herramientas SIEM, mejoran significativamente la capacidad de respuesta de los Centros de Operaciones de Seguridad (SOC), previniendo incidentes antes de que escalen.
3. Cultura organizacional en ciberseguridad
Fomentar una mentalidad de seguridad en todos los niveles de la organización es un factor clave. Para ello, es necesario establecer políticas internas estrictas, como el cifrado de datos y la autenticación multifactorial, así como programas continuos de formación para empleados.
4. Planes de resiliencia y recuperación
Diseñar planes de contingencia y redundancia permite asegurar la continuidad del suministro en caso de ataque. La existencia de sistemas de respaldo bien definidos y la capacidad de restaurar operaciones rápidamente mitigan tanto el impacto económico como reputacional de los ciberincidentes.
Beneficios de una ciberseguridad sólida en el sector del agua
La inversión en ciberseguridad no solo preserva el acceso seguro al recurso hídrico, sino que también protege la confianza pública. Las utilities manejan información crítica —desde datos personales hasta financieros—, cuya protección es vital para evitar pérdidas económicas y daños reputacionales.
Una infraestructura protegida permite reducir tiempos de inactividad, mejorar la productividad y reforzar la fidelidad del cliente. Además, anticiparse a incidentes mediante una estrategia integral fortalece la operación diaria y eleva el posicionamiento competitivo.
Cumplimiento normativo y cooperación internacional
En el contexto actual, normativas como la Directiva NIS2 de la Unión Europea exigen a los operadores de infraestructuras esenciales implementar políticas sólidas de ciberseguridad. Esta legislación promueve, además, la cooperación internacional para establecer respuestas eficaces frente a ataques transnacionales.
La integración de nuevas tecnologías con buenas prácticas de seguridad, combinada con monitorización constante, planes de resiliencia y formación continua, garantiza la estabilidad operativa y la confianza de los usuarios. Así lo afirma Begoña González, directora de Calidad y Seguridad de la Información en Idrica, quien señala que las empresas que adopten un enfoque integral en ciberseguridad no solo mitigarán riesgos, sino que liderarán el sector en innovación y sostenibilidad.
Agilidad antes desafíos cibernéticos
En un entorno cada vez más conectado, las infraestructuras hídricas deben estar preparadas para responder con agilidad a los desafíos cibernéticos. La combinación de tecnología, cultura organizacional, cumplimiento normativo y planes de resiliencia posicionará a las empresas como referentes en eficiencia, seguridad y confianza.