El deporte, en todas sus disciplinas y niveles, es un espacio que debería promover valores como el respeto, la igualdad y el trabajo en equipo. Sin embargo, el acoso sexual sigue siendo una realidad silenciada en muchos contextos deportivos, desde escuelas base hasta estructuras profesionales. Este problema no se resuelve con campañas puntuales o declaraciones de intenciones: requiere medidas estructurales, sostenidas y adaptadas al funcionamiento real de las entidades deportivas.
¿Qué puede hacer una organización deportiva para prevenir eficazmente el acoso sexual? ¿Qué estructuras deben implantarse para que la protección sea real, no solo formal?
En este artículo conocerás cómo prevenir el acoso sexual en el ámbito deportivo mediante un enfoque estructural, integral y alineado con el Plan de igualdad. Está dirigido a federaciones, clubes, centros deportivos, administraciones públicas, asociaciones y profesionales vinculados a la gestión del deporte en cualquier nivel.
Acoso sexual en el deporte: una realidad todavía invisibilizada
Aunque cada vez se visibilizan más casos, el acoso sexual en el deporte sigue siendo una problemática normalizada, silenciada o mal gestionada. Algunas características que lo hacen especialmente complejo de abordar son:
Relaciones jerárquicas muy marcadas (entrenador-deportista, directiva-personal técnico).
Entornos cerrados, con dinámicas internas que dificultan la denuncia.
Perfiles jóvenes o menores de edad en situación de especial vulnerabilidad.
Falta de protocolos específicos o medidas preventivas reales.
Miedo a las represalias o a dañar la carrera deportiva.
Por todo ello, la única forma eficaz de prevenir el acoso sexual en el deporte es con una estrategia estructural, transversal y bien implantada, más allá de la reacción ante casos puntuales.
Qué exige la normativa actual en prevención del acoso
La legislación española establece la obligatoriedad de adoptar medidas contra el acoso sexual y por razón de sexo en todos los entornos laborales y organizativos. En el ámbito deportivo, esto se concreta a través de:
Ley Orgánica 3/2007 de igualdad efectiva entre mujeres y hombres.
Real Decreto 901/2020, que exige incorporar protocolos de prevención y actuación frente al acoso en cualquier Plan de igualdad.
Ley del Deporte 39/2022, que introduce principios de igualdad y protección frente a violencias sexuales como exigencias estructurales en entidades deportivas.
Normativas autonómicas y disposiciones sectoriales que regulan la protección de menores y personas vulnerables en entornos deportivos.
Esto significa que todas las entidades deportivas están obligadas a adoptar protocolos eficaces y medidas preventivas, independientemente de su tamaño o nivel competitivo.
Medidas estructurales clave para prevenir el acoso sexual en el deporte
La prevención efectiva no puede depender solo de la buena voluntad o la cultura interna. Requiere estructuras formales, recursos específicos y procedimientos claros. A continuación, desarrollamos las principales medidas estructurales que debe incorporar cualquier organización deportiva comprometida con la prevención:
1. Protocolo específico contra el acoso sexual
Toda entidad debe contar con un protocolo formal, registrado y comunicado, que incluya:
Definiciones claras de acoso sexual y por razón de sexo.
Ámbitos de aplicación (entrenamientos, viajes, redes sociales, espacios compartidos).
Procedimiento de denuncia confidencial y accesible.
Investigación imparcial, con plazos definidos.
Medidas cautelares y correctoras.
Protección de la víctima frente a represalias.
Este protocolo debe formar parte del Plan de igualdad, si la entidad está obligada a tenerlo, o incorporarse como medida voluntaria si no alcanza el umbral legal.
2. Formación obligatoria y adaptada
La formación en igualdad y prevención del acoso debe ser estructural, no puntual, y llegar a todos los niveles:
Dirección y juntas directivas
Personal técnico y entrenadores
Personal administrativo, voluntariado, servicios auxiliares
Deportistas, especialmente en categorías inferiores
Es recomendable adaptar los contenidos según el perfil y rol de cada colectivo, utilizando ejemplos propios del contexto deportivo: trato físico, vestuarios, redes sociales, viajes, etc.
3. Canales seguros y accesibles para comunicar situaciones
Una de las principales barreras para actuar frente al acoso es la falta de canales eficaces de comunicación o denuncia. Para que estos funcionen, deben ser:
Confidenciales y seguros
Accesibles (presencial, online, anónimo o con identidad protegida)
Atendidos por personas formadas y con perspectiva de género
Con un procedimiento claro de seguimiento
Muchas entidades deportivas optan por designar una persona de confianza o responsable de igualdad, como primer punto de contacto en casos de acoso.
4. Evaluación continua de riesgos y medidas
El entorno deportivo cambia constantemente: nuevas incorporaciones, equipos mixtos, cambios en instalaciones o tecnologías. Por ello, la prevención debe ser dinámica:
Evaluar riesgos específicos en cada espacio (vestuarios, transportes, estancias, redes sociales).
Actualizar las medidas según experiencias, reclamaciones o cambios organizativos.
Incluir la perspectiva de género en las auditorías internas y en los informes anuales.
5. Inclusión en estatutos, convenios y reglamentos internos
Para que las medidas de prevención tengan verdadero respaldo estructural, deben incorporarse a los documentos normativos y de gestión de la organización:
Estatutos y reglamentos de régimen interno
Códigos de conducta y compromisos éticos
Cláusulas contractuales en convenios con personal técnico, federaciones o colaboradores
Procedimientos disciplinarios específicos ante conductas de acoso
Este enfoque permite actuar con seguridad jurídica y coherencia organizativa ante cualquier incidente.
Ejemplos reales de buenas prácticas
Federación deportiva autonómica: implantó un protocolo contra el acoso con formación obligatoria para todo el cuerpo técnico y creó una comisión mixta de seguimiento con representación femenina y juvenil.
Club de fútbol base: estableció una política de “tolerancia cero” visible en todas sus instalaciones, con cartelería accesible y fichas de información para familias. Las entrenadoras recibieron formación específica para detectar señales de alerta.
Centro deportivo privado: adaptó su Plan de igualdad al entorno deportivo, incorporando un módulo específico de prevención en redes sociales y en eventos deportivos con público.
¿Cómo integrar estas medidas en un Plan de igualdad?
El Plan de igualdad debe incluir un bloque específico de prevención del acoso sexual y por razón de sexo, con medidas adaptadas al entorno deportivo. Algunos elementos esenciales son:
Diagnóstico de riesgos y espacios vulnerables.
Formación inicial y reciclaje anual.
Creación o designación de una figura de referencia.
Protocolo con procedimiento claro de denuncia e investigación.
Evaluación periódica de eficacia y comunicación interna.
En entidades con menos de 50 personas, estas medidas pueden integrarse de forma voluntaria dentro de un plan adaptado a su realidad, lo cual es especialmente recomendable en clubes pequeños o asociaciones juveniles.
Resultados de aplicar medidas estructurales
Cuando una entidad deportiva implanta medidas estructurales de prevención:
Aumenta la confianza interna y la disposición a comunicar posibles situaciones.
Se reduce el riesgo de acoso y se responde de forma eficaz ante los casos detectados.
Mejora la imagen pública y la relación con familias, instituciones y patrocinadores.
Se cumple la normativa vigente y se previenen responsabilidades legales.
¿Cómo ayudarte a prevenir el acoso sexual en el deporte?
En Audidat acompañamos a entidades deportivas de todos los niveles en el diseño e implantación de protocolos de acoso sexual adaptados al entorno deportivo, con formación, procedimientos y seguimiento. Lo hacemos de forma práctica, sin compromiso, y dentro del marco legal vigente a través del Plan de igualdad.
Preguntas frecuentes sobre acoso sexual en el deporte
¿Es obligatorio tener un protocolo contra el acoso en un club deportivo?
Sí, si el club está obligado a tener un Plan de Igualdad. En cualquier caso, se recomienda altamente su implementación para cumplir la normativa y proteger a las personas usuarias.
¿Puede haber acoso entre menores deportistas?
Sí. El protocolo debe contemplar tanto conductas entre iguales como de personas adultas hacia menores, con especial atención a la protección de estos últimos y al deber de actuación inmediata.
¿Cómo actuar si el presunto acosador es un entrenador?
La organización debe activar el protocolo, aplicar medidas cautelares si es necesario y garantizar un proceso confidencial y objetivo, sin revictimizar a la persona afectada.
¿Qué formación debe recibir el personal técnico?
Una formación específica en igualdad, prevención del acoso, identificación de conductas inadecuadas y actuación segura ante situaciones de riesgo, adaptada al entorno deportivo.