Pokémon GO es la aplicación del momento. Su sencillo sistema de juego y el hecho de ser gratuito han hecho que se superen todas las expectativas, llegando a sobrepasar los 65 millones de usuarios conectados al día. Ya no se puede hablar únicamente de una revolución dentro del mundo de los videojuegos, pues Pokémon GO se ha convertido en un fenómeno social a escala mundial. Sin embargo, para Audidat el juego desarrollado por Niantic presenta una serie de interrogantes relativos a la privacidad.
Al instalar la aplicación se pidió, en un primer momento, aceptar una serie de permisos realmente desproporcionados. La comunidad se movilizó de manera tal que la desarrolladora del juego se vio obligada a reducir tales permisos. En principio, se pedía acceso completo a la cuenta de tu Smartphone, si bien ahora solamente se pide un acceso básico. Es curioso el hecho de que, a pesar de la fiebre Pokémon, los usuarios estuvieran preocupados por su intimidad, hasta tal punto de crear polémica alrededor de la aplicación en este sentido.
Esta situación ha sido especialmente significativa, pues ha supuesto poner de manifiesto la preocupación creciente de la sociedad con respecto a sus datos y su privacidad. La gravedad de la situación se puso de manifiesto cuando el senador estadounidense Al Franken envió una carta a Niantic en la que le realizaba una serie de preguntas comprometidas, entre ellas, por ejemplo, explicar qué tipo de datos son realmente necesarios para el funcionamiento del juego, qué otros usos se les dará a estos o de qué forma se recabará el consentimiento de los padres para que los menores puedan jugar sin problemas.
Y ello porque, a pesar de la reducción de permisos que hay que aceptar para poder instalar la aplicación, la política de privacidad de Niantic es realmente confusa y ambigua, lo que no otorga seguridad a los usuarios. No se aclara, por ejemplo, el plazo de conservación de los datos que generamos al utilizar la aplicación. Además, la misma utiliza cookies, por lo que nuestra privacidad se ve comprometida en lo que aparentemente es un inocente paseo.
No obstante, los permisos que pide Pokémon GO y, por tanto, el grado en que la esfera privada de los usuarios se ve afectada, son muy pocos si los comparamos con, por ejemplo, los permisos que requiere la instalación de cualquier aplicación de redes sociales. Por ello, es tan reseñable la actitud adoptada por los usuarios al querer defender sus derechos a pesar del fenómeno viral que se estaba sucediendo a escala mundial.
Esta realidad supone un punto de inflexión. Significa el establecimiento gradual de una cultura de protección de datos en los países desarrollados. Los ciudadanos están empezando a valorar mucho más su privacidad, pues saben que las grandes compañías están utilizando datos de carácter personal como nueva fuente de beneficios. Esto puede ser, por tanto, el comienzo de una nueva etapa en la que la protección de datos sea el eje central sobre el que giran el desarrollo y la utilización de las nuevas tecnologías, momento para el cual el equipo de Audidat ya se encuentra preparado, por encontrarse perfectamente capacitado para llevar a cabo el desarrollo de evaluaciones de impacto de las nuevas tecnologías sobre la sociedad.
