En la era digital en la que vivimos, existen múltiples tipos de ataques informáticos, y uno de ellos ha cobrado gran notoriedad en los últimos años: el doxing. Este término proviene del inglés «dropping docs» (soltar documentos), y se refiere a la práctica de divulgar información privada de una persona sin su consentimiento. Si bien puede parecer inofensivo, la realidad es que el doxing puede tener consecuencias devastadoras para la víctima, tanto en términos de seguridad como de salud mental.
A continuación, explicaremos en qué consiste el doxing, cómo puede afectar y, lo más importante, cómo puedes protegerte de este tipo de ataque.
¿Qué es el doxing?
El doxing es la acción de recopilar y publicar información personal de un usuario de forma pública sin su autorización. Esta información puede incluir:
- Dirección de correo electrónico.
- Fecha de nacimiento y números de identificación (DNI, pasaporte).
- Información financiera y detalles bancarios.
- Dirección de residencia y números de teléfono.
- Imágenes personales, incluidas aquellas de índole privada.
Los atacantes utilizan diversas técnicas para obtener esta información, como:
- Ingeniería social (phishing, suplantación de identidad).
- Explotación de redes sociales: obtener datos de perfiles públicos.
- Análisis de bases de datos públicas para vincular datos personales con información adicional obtenida de manera ilícita.
Aunque algunos piensan que el doxing es solo un «acto de venganza» en internet, la realidad es que es completamente ilegal en muchos países, incluyendo España, donde puede infringir leyes de protección de datos y, en algunos casos, ser considerado acoso o incluso violencia de género.
¿Cómo puede afectarnos el doxing?
Ser víctima de doxing puede tener graves consecuencias que van mucho más allá de la incomodidad de saber que alguien tiene acceso a tus datos personales. A continuación, detallamos algunos de los problemas más comunes:
1. Invasión a la privacidad y daño psicológico
- La exposición pública de información privada puede generar un sentimiento de vulnerabilidad, ansiedad y estrés. Muchas víctimas desarrollan cuadros de depresión e incluso miedo de salir de casa, debido al temor a ser identificadas o acosadas.
2. Fraude y suplantación de identidad
- Si se filtran datos financieros, los delincuentes pueden utilizarlos para realizar fraudes bancarios, solicitar préstamos o incluso abrir cuentas a tu nombre, lo que puede derivar en problemas legales para la víctima.
3. Daño a la reputación personal y profesional
- La publicación de fotografías íntimas o mensajes privados puede tener consecuencias devastadoras para la vida personal y laboral de la víctima, afectando sus relaciones y su carrera profesional. En algunos casos, esto ha llevado a víctimas al borde de la autolesión.
4. Problemas legales
- La filtración de documentos de identidad y otros datos personales puede llevar a que los delincuentes cometan delitos en tu nombre, lo que podría resultar en investigaciones policiales injustificadas en tu contra.
5. Aumento de estafas dirigidas
- Con tu dirección de correo electrónico o número de teléfono, los estafadores pueden enviarte mensajes fraudulentos para intentar robar más información o dinero. Estos intentos de phishing suelen venir en forma de SMS, correos electrónicos o llamadas que aparentan ser de entidades legítimas como bancos u organismos gubernamentales.
¿Qué hacer si eres víctima de doxing?
Si crees que eres víctima de doxing, aquí te dejamos una serie de pasos para actuar rápidamente:
1. Reúne todas las pruebas
- Captura pantallas de publicaciones, correos electrónicos o mensajes que contengan tu información filtrada.
- Guarda enlaces y direcciones web donde se haya compartido tu información.
2. Denuncia ante las autoridades
- Presenta una denuncia en una comisaría de la Policía Nacional o la Guardia Civil. Las autoridades pueden investigar el origen del ataque y tomar acciones legales.
- En caso de suplantación de identidad, facilita toda la documentación que demuestre tu inocencia.
3. Busca apoyo emocional
- La salud mental es clave en estos casos. No dudes en buscar apoyo de amigos, familiares o incluso profesionales si sientes que la situación te está afectando psicológicamente.
4. Mejora tu seguridad digital
- Actualiza tus contraseñas y activa la autenticación en dos factores (2FA) en todas tus cuentas.
- Ajusta la configuración de privacidad en tus redes sociales para limitar quién puede ver tus publicaciones y datos personales.
- Desactiva el acceso de aplicaciones de terceros a tus perfiles y revisa los permisos de las apps instaladas.
Consejos para protegerte del doxing
Aunque no siempre es posible evitar un ataque de doxing, existen medidas preventivas que puedes tomar para proteger tu información:
- Configura tus perfiles en redes sociales como privados y no compartas información sensible públicamente.
- Usa contraseñas fuertes y únicas para cada una de tus cuentas y cambia tus contraseñas regularmente.
- Activa la autenticación en dos factores (2FA) en todas las plataformas posibles.
- Desconfía de correos electrónicos, SMS o llamadas sospechosas. No hagas clic en enlaces o descargues archivos adjuntos de fuentes desconocidas.
- Revisa las políticas de privacidad de las plataformas que usas y ajusta los permisos de las aplicaciones que tienen acceso a tus datos.
- Utiliza herramientas como gestores de contraseñas y VPNs para proteger tu actividad en línea.
Reflexión final
El doxing no es solo una cuestión de privacidad, sino un problema que puede tener consecuencias legales y emocionales graves para la víctima. Proteger tus datos y ser consciente de la información que compartes en línea es más importante que nunca. Tomar medidas preventivas y saber cómo actuar en caso de ser víctima de doxing puede marcar la diferencia entre un simple susto y un problema mayor.
No permitas que los ciberdelincuentes tomen control de tu vida. Protege tu información y navega de manera segura.
