- Evaluar y documentar los daños es el primer paso esencial para gestionar reclamaciones de seguros y ayudas tras un temporal como la DANA.
- Administradores de fincas facilitan la coordinación con aseguradoras y proveedores, además de apoyar a las comunidades afectadas.
- La prevención, como la limpieza de canalones y tejados, puede minimizar daños futuros.
- Existen ayudas y subvenciones específicas que requieren una gestión activa para su solicitud.
Ante el impacto devastador de la DANA en España, que ha provocado más de 200 fallecidos y daños materiales incalculables en viviendas y comercios, la atención se centra en cómo las familias pueden recuperar sus pérdidas y prepararse para posibles futuros temporales. Mercedes Blanco, CEO de Vecinos Felices Administración de Fincas y Alquileres, enfatiza que el paso inicial para afrontar estas situaciones es documentar detalladamente los daños sufridos. Según la experta, realizar fotografías y registros detallados es fundamental para gestionar reclamaciones de seguros y acceder a las ayudas disponibles.
Blanco también resalta que la administración de fincas tiene un rol central en el proceso de recuperación, ya que coordina las reparaciones, se comunica con las aseguradoras y organiza inspecciones necesarias. Este trabajo en conjunto requiere una colaboración activa entre vecinos para encontrar soluciones comunes. Además, la experta subraya que, en casos de desastres como la DANA, los administradores también asumen tareas humanitarias, ofreciendo apoyo psicológico a los afectados.
Medidas preventivas para mitigar daños
De cara a futuros temporales, Blanco recomienda medidas preventivas simples pero efectivas, como limpiar canalones, tejados y desagües de forma periódica para evitar obstrucciones que agraven los daños de las lluvias torrenciales. Estas acciones pueden marcar una gran diferencia a la hora de reducir el impacto de las precipitaciones extremas.
Acceso a ayudas y coordinación para la recuperación
La experta también destaca que existen ayudas gubernamentales y subvenciones específicas para comunidades afectadas por temporales como la DANA. Sin embargo, la gestión de estas ayudas requiere de un esfuerzo conjunto entre propietarios, administradores y aseguradoras. Además, recuerda que los plazos de reparación de los daños pueden variar según la magnitud del impacto, por lo que una buena coordinación es clave para agilizar los tiempos y minimizar inconvenientes.
En este contexto, Mercedes Blanco concluye que la documentación exhaustiva, la planificación preventiva y la colaboración entre las comunidades y los administradores de fincas son esenciales para afrontar los desafíos que dejan estos desastres climáticos.
Imagen: Diario Jurídico