- Ley de Protección al Informante: Obliga a empresas con más de 50 empleados a tener un canal de denuncias interno.
- Principales retos: Seguridad y anonimato para denunciantes, adaptación de las empresas a la normativa, y creación de una cultura de confianza.
- Encuentro de expertas: Discusión sobre el impacto y los desafíos del canal ético en las organizaciones.
En 2023, entró en vigor la Ley de Protección al Informante, que regula la protección de las personas que informan sobre infracciones normativas y lucha contra la corrupción, obligando a las empresas con más de 50 empleados a contar con un canal de denuncias interno. A lo largo de este año, Forbes y EY organizaron un encuentro entre diversas expertas para analizar el impacto y los retos del canal ético en las organizaciones.
Transparencia e integridad
El encuentro se llevó a cabo en L’Atelier de Útopica, Madrid, y comenzó con una visita al Museo Arqueológico Nacional. La moderadora, Elena Salamanca, planteó cómo los canales éticos pueden fomentar una cultura de integridad y transparencia en las organizaciones. Rosa Sanz, responsable de ESG y Compliance de Grupo Arrate, destacó que estos canales permiten a los empleados comunicar conductas fraudulentas de manera confidencial y sin temor a represalias.
Ángela Aso, de 4Finance, subrayó que esta legislación también permite a proveedores y clientes presentar quejas, aumentando la confianza en la empresa. Mónica Pereda, de Syngenta, añadió que estos canales han incrementado la confianza de los empleados en la gerencia y la estrategia de la empresa.
Retos de regulación
Las expertas discutieron las dificultades de adoptar la ley. Mónica Pereda mencionó la necesidad de reorganización en Syngenta, mientras que Isabel Salazar de Fundación Telefónica resaltó el reto de crear un canal accesible para todos los países y con un solo responsable. Alejandra Polo de ITP Aero indicó la importancia de unificar los procesos de investigación y comunicación.
Sara Caro de EY señaló que algunas empresas deben externalizar los procesos de investigación para garantizar la objetividad y transparencia. Pérez Bretones de GenesisCare destacó la necesidad de una comunicación clara y transparente para que los empleados confíen en el canal de denuncia.
Anonimato y seguridad
La tecnología ha mejorado la transparencia y seguridad de los procesos. Aso y Polo destacaron la importancia del encriptado de datos para cumplir con la normativa de protección de datos. Sanz y Pérez Bretones enfatizaron la practicidad de las herramientas para adjuntar información y pruebas, permitiendo la denuncia desde cualquier lugar.
Claves del éxito
Salamanca preguntó sobre los requisitos para diseñar un canal de denuncia exitoso. Las expertas coincidieron en la necesidad de un diseño ad hoc para cada empresa, formación para los empleados y una comunicación de confianza. Salazar destacó el valor educativo del canal, mientras que Polo subrayó la importancia de la empatía y el apoyo a los denunciantes.
Futuros desafíos
Las expertas señalaron que los futuros desafíos incluyen crear mayor confianza entre empleados, clientes y proveedores, mejorar la comunicación y realizar formación continua. La integración de indicadores clave de rendimiento (KPI) y la creación de una cultura donde los empleados se sientan libres para hablar también fueron mencionadas como prioridades.
Con estas reflexiones, Elena Salamanca concluyó la mesa de debate, agradeciendo a todas las participantes por sus valiosas ideas y contribuciones.